Cuanta ignominia, cuanta hipocresía, cuanta
falsedad, cuanto sectarismo y revanchismo político por parte de nuestro
apreciado alcalde, don José Javier Martín Cañizares.
Algunos, van por la vida con cara de no haber
roto nunca un plato, pero ya se sabe del dicho: “líbrenme de las aguas mansas
que de las bravas ya me libraré yo solito”.
Nuestro alcalde, y
digo nuestro alcalde con todo el sentido peyorativo de la palabra, no tiene
ningún reparo ni ningún complejo en ejercer el poder de la manera más caciquil
y sectaria posible.
Desde que tomó posición del cargo, no ha hecho otra cosa que ajustar cuentas
con todos aquellos que no compartían sus planteamientos políticos, con todos aquellos que anteriormente tuvieron responsabilidades
políticas en el partido Socialista o con todos aquellos que simplemente se
limitaron a trabajar en la anterior etapa de gestión del PSOE en el
ayuntamiento. Y lo ha hecho desde la más
absoluta desfachatez y cobardía, tirando siempre balones fuera o escondiéndose
detrás de otras administraciones u organismos. Ha jugado con todo lo que se puede jugar, con el derecho al trabajo,
con el derecho a una vivienda, con el derecho al acceso a la justicia en
igualdad de condiciones, etc...
Su primera decisión fue la de despedir al encargado general de servicios múltiples
(al que hubo que indemnizarle con 24.000 € por despido improcedente),
posteriormente prescindió de quien venia desempeñando las funciones de administrativa (a la que también hubo
que indemnizarle con otros 12.000 €), luego
prescindió de las mujeres que se venían contratando eventualmente para ayudar
en las tareas de administración, prescindió también del asesor jurídico, del aparejador (cuando realizó diferentes
informes técnicos que afectaban a algunos miembros del equipo de gobierno del
PP), del ALPE (técnico superior de
la administración que asesoraba en la tramitación de subvenciones y proyectos,
ahora trabaja en otros ayuntamientos de la zona), y por último nos enteramos que
se ha despedido también recientemente, a través de la Diputación, a la persona que venía realizando la limpieza
del parque de bomberos (que estaba trabajando allí desde que se abrió el
mismo y que en un pasado reciente fue concejala del PSOE en el ayuntamiento), a
esta señora le faltaban solamente cuatro años para su jubilación.
Está visto, para éste alcalde todo aquel que
tenga un pasado político o milite en un partido diferente al suyo no es
merecedor de trabajar en el ayuntamiento o en la administración. No se puede
tener pasado político ni se puede tener tampoco a un familiar que haya tenido
responsabilidades políticas anteriormente (que se lo pregunten a la actual
policía municipal que tuvo que superar el proceso de selección por dos veces
porque el PP de Cádiar decidió impugnar las oposiciones ante los tribunales de
justicia por un error en la tramitación administrativa del expediente, resulta
que esta señorita era sobrina de alguien que había sido también, en otro
tiempo, concejal del PSOE).
Sin embargo, en la
actual Legislatura siempre se contrata eventualmente a la
misma gente para trabajar en el ayuntamiento. Siempre trabajan las mismas
empresas. Y se está haciendo lo posible e imposible para blindar determinados
puestos de nueva creación, contemplándolos en los presupuestos municipales. La
creación de dichas plazas puede vulnerar la legalidad vigente (decimos que la
creación de dichas plazas se encuentran en el límite de la legalidad puesto que
existe un Real Decreto del Gobierno Central que condiciona la creación de nuevas
plazas en la administración. La tasa de
reposición contemplada en la administración local es cero. Con todo, a
pesar de que la secretaria e interventora municipal ha realizado dos informes
negativos y de que inicialmente la Subdelegación del Gobierno se pronunció en contra
de la creación de las mencionadas plazas, el alcalde insiste en contemplar la
creación de las mismas en los próximos presupuestos municipales).
Otro ejemplo del
sectarismo del actual Equipo de Gobierno del PP es todo lo que ha ocurrido
entorno al desahucio de determinadas viviendas sociales del municipio. Todo parece indicar que el objetivo último era propiciar la salida de
la concejala del PSOE de las viviendas sociales. Solo así se puede entender
que el alcalde, ante esta situación, ofreciera su ayuda y su colaboración
solamente a algunos de los vecinos afectados, entre los que evidentemente no se
encontraba la concejala mencionada. En el PSOE de Cádiar tampoco albergamos
muchas dudas sobre el origen de la tramitación de los diferentes expedientes,
aunque no vamos a caer en la trampa de la especulación. Lo único que lamentamos
es que, por el momento, han tenido que abandonar sus casas tres familias, y, ya
veremos si no serán más.
Otra evidencia del
sectarismo del actual Equipo de Gobierno del PP en el ayuntamiento es que
deciden colar, no sin cierto oscurantismo, las facturas de los abogados que
defendieron a los concejales y exconcejales del PP en juicios anteriores
(consecuencia de la anterior etapa de gestión del PP al frente del
ayuntamiento) dentro del plan de pago a proveedores, reconociéndolas como deuda
pública del ayuntamiento. Y por el contrario no hicieron lo propio con las
facturas de los abogados de los exconcejales del PSOE que se vieron envueltos
en los mismos juicios y por las mismas razones. Es decir, el ayuntamiento paga las facturas
del PP (9.000 €) al tiempo que se niega a pagar las facturas del PSOE,
propiciando con esta decisión un agravio comparativo y dificultando el acceso a
la Justicia
en igualdad de condiciones.
Lo más paradójico de
todo lo relatado anteriormente, es que si hay alguien en la actualidad que le
debe algo a la política es el señor alcalde. El actual alcalde, don José Javier Martín
Cañizares, accedió, en su momento (hace dos Legislaturas), a un puesto de
trabajo en la administración (en una empresa pública de la Junta de Andalucía UTDLT hoy
llamada CADE) siendo concejal de este ayuntamiento y presidiendo el tribunal de
selección quien entonces era alcalde y compañero de partido, don Francisco
Joaquín López Ruiz. Y su señora esposa
accedió también a un puesto de trabajo en la guardería municipal siendo
integrante de las listas del PP y alcaldesa pedanea de Yátor. Y..., ahí siguen,
trabajando.
No se puede hacer
política desvistiendo un santo para vestir a otro. Y tampoco deben de pagar
nunca justos por pecadores.