lunes, 19 de diciembre de 2011

Sesión de Impostura

Don Mariano será a partir de hoy el espejo cóncavo de doña Manolita: antes de que la política de contención del déficit reduzca a la mitad a los niños de San Ildefonso, Rajoy repartirá pedreas y tocomochos, durante su investidura como presidente del Gobierno. ¿Qué se fizo del gordo y de los grandes premios de la democracia y la transparencia, anunciados durante los últimos ocho años de propaganda popular cuando la pasada semana todo quedó reducido a una burda rifa de puestos en las mesas y comisiones en el Congreso, o con la piñata a voleo de grupos parlamentarios?.

Aquí, reconozcámoslo, quien mejor se investía era Francisco Camps, con los trajes que le prestaban o que él compraba sin facturas. La de hoy suena más a sesión de impostura. Poli malo, poli bueno. La lideresa Esperanza Aguirre extiende a horas veinticuatro la jornada laboral de los comercios, pero en cambio el líder Rajoy no permitirá que el Congreso permanezca abierto en sesión continua para no plantearle competencia desleal a las tertulias de Intereconomía.

Ese mismo reparto de papeles funcionará entre Juan Rosell, presidente de la CEOE, y el de todos los españoles: el hemiciclo respirará aliviado cuando el que no iba a vivir en La Moncloa adelante que los miniempleos de 400 euros mensuales no serán aplicables a sus señorías. En su digna precariedad, los mileuristas, eso sí, sacarán pecho y se sentirán millonarios hasta que el nuevo Gobierno decida que no se negocien convenios provinciales y los sindicalistas tengan que vérselas cara a cara, casa por casa y taller por taller, con aquellos que le pagan el sueldo y pueden dejar de hacerlo.

El pueblo es sabio y España y yo somos así señora. Ajo y agua. Bambi se marcha intentando convencer a la derecha de que no era tan malo y a nosotros nos quedan, por lo bajo, cuatro años con don Cicuta. Lo peor de todo es que cuando la unanimidad de las Cortes le saque a hombros, tendremos que desearle que le vaya bonito. Si fracasa en sacarnos de la estacada, nuestro próximo presidente será ese tal Murphy. Pero me temo que su célebre ley y las de Rajoy puedan parecerse como gotas de agua.

Fuente de la Información: Diario Público. Artículo Juan José Téllez. 

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